Suspenso en Religión

Hoy escuché en la televisión que la Iglesia no paga impuestos. Y tú pensarás: "Eres la única que no lo sabía."
Bueno, pues al principio me he quedado un poco ensimismada, pero luego he recordado que en una ocasión, siendo yo aun una adolescente, era noticia en el periódico el proyecto de la autovia S-20 al Sardinero. Por aquel entonces publicaron la lista de propietarios de fincas que serían expropiados. Y en mi retina quedó grabada la multitud de veces que leí *Obispado de Santander*.
Y ahora me entero que no pagan impuestos, precisamente coincidiendo con una decisión del gobierno de subir los impuestos.
Eso junto a los sueldos vitalicios de ex presidentes es, para mí, joya visible de la corona democrática de este país.

No es que yo tenga nada en su contra, aunque a veces pienso que si Jesús levantara la cabeza no se sentiría precisamente orgulloso de lo que han hecho y hacen.

Pero por esa regla de tres yo quiero proponer que Saramago o Benedetti (su familia en este caso ya) o Serrat entre otros, que han alimentado mi fe tan fervientemente, tampoco paguen impuestos, o los científicos anónimos que "hincan" sus rodillas "rezándole" al dios de la naturaleza para que les muestre la cura a multitud de enfermedades que tampoco declaren.
Incluso, soy partidaria de poner una casilla en la Declaración de la Renta para poder darle un tanto por ciento a los dueños de las tabernas donde acudo y que tan gentilmente me abren las puertas de sus templos para encontrar la paz.

Sí, eso me gustaría. Pero como entiendo que eso es inviable, me conformo al menos con que cada uno y todos paguemos por igual, y cada uno y todos recibamos un sueldo si realmente lo estamos trabajando.
Luego ya que cada uno decida a qué dios le dice eso de...PadreNuestroQueEstás...

¿Señores gobernantes de mi corazón, que antes de ser políticos seguro tuvisteis sentido común, es esto mucho pedir?