martes, 4 de marzo de 2014

Las veces que me casé

Reviso millones de canciones. Intento elegir una en especial, que tenga magia.
En un mes mi primita pequeña se casa. Y yo no alcanzo a ver más que aquella niña medio tímida que yo sentía proteger del mundo, como si alguien en la faz de la tierra tuviera ese poder.
Cuando la vi por primera vez vestida de novia, lloré.
Estaba preciosa, aquella niña bonachona que sin darme cuenta había crecido.

Elijo una canción que hable de amor, como el que ella siente. Para regalarla eternidad.
Me es difícil sumergirme en lo que está viviendo ahora. Preparativos, nervios, gente que comienza a rodearla con contagiada alegría "bodil".

Casarse o no casarse.
Mis padres cumplieron anteayer cuarenta años casados.
Casarse o no casarse.
No.
No es mi anhelo.

En cambio siento que me he casado muchas veces.
Cada vez que sus ojos me veían con aquel vestido y no existía nadie más.
Cuando del aire venían flores de colores a mis manos.
Me casé en ese instante en el que él se arrodilló y el mundo entero se rió.
Me he casado en cada canción bailada. En cada momento compartido con amigos que se han alegrado de que existamos como uno.
Me he casado cada vez que una vela ha separado su cara de la mía.
O en cuantas veces he querido detener el tiempo y convertir ese minuto en el único minuto.
Me caso cada vez que me siento libre a su lado. Cuando él es libre.
Me casé hace ya años. Un hilo invisible que se tejió sin decir "Sí quiero".

No. No tengo ese ansia. Y algunas veces me digo: Ay Lole, ¡qué incierto ese camino tuyo! ¿Aguantará a tu lado?

Pero mientras busco la canción para mi primita, por un instante, mi imaginación vuela.
Y lo imagino a él mirándome,
a mi con aquel vestido,
rodeados de nuestros seres queridos, todos, los que están y los que acuden fugaces a ese momento,
y en la oscuridad de cada noche, nosotros, bailando nuestra canción.

De momento es a lo más que llego. :)

Mi Quelu, si lees esto..larga vida a tu amor.