jueves, 7 de mayo de 2015

Realidad, es lo que puedo ofrecerte a cambio de promesas

Es primera hora del día. Apenas tres minutos para las nueve, y hace sol.
Currículum en mano, decenas de currículums en mano.
Voy a un sitio, voy a otro, y en cada uno dejo un trocito de esperanza. Lástima que se les olvida llamarme para devolvérmela.
Voy toda yo en esos papeles.
Van mis miedos, mis incertidumbres, mis números de cuenta corriente, mis sueños.
Van mis ganas y mi hastío por este país.

"Aquí no puedes dejarlo, tienes que ir a..."
"¿Y tú por qué quieres este trabajo si está por debajo de tu cualificación?"

Me encuentro con un amigo, hace rato se fue a Francia.
"¿Qué haces que aún no te fuiste, con tu potencial? ¿Crees que te merece la pena seguir esperando por un país que no llegará, una oportunidad mientras tu vida avanza?"
Te dejo, aún me quedan algunos currículums por llevar. Me alegro haberte visto.

Prosigo. Y pienso. Miro esos papeles. Es verdad, va tanto de mí en ellos, y tengo en el fondo tanta esperanza de que este país, y no otro, me de la oportunidad, me de los sueños y la vida que anhelo.
En cambio, me culpo por no haberme ido, por no irme aún ahora.

"Es mejor que nos lo mandes al mail, te doy la dirección, espera..."
"Nos gustaba tu perfil pero te han invalidado por no tener experiencia"

Hace sol. Me siento en uno de los bancos del Paseo Pereda. Me encantan, es muy raro el día que no busco una excusa para terminar en uno de ellos mirando a la bahía, mirando mi casa.

Guarda calma, Lole, algo saldrá. Tú vales, alguien se dará cuenta. No desesperes, de lo malo tienes a tu familia y amigos como apoyo. Estás haciendo lo que puedes.

Dos jubilados comentan las propuestas que vienen de un lado y otro de la política mientras una gaviota hace una aproximación fallida a un pez muerto sobre el agua.

Pienso en Paula. Deseo que ella no sepa que es esto de los currículums. Deseo que a ella la llegue un camino más próspero, más trabajado, más justo. Y deseo poder poner mi granito de arena para que eso sea así.

Hoy odio a los Zapateros, a los Rajoys, a los Aznares y a los González. Odio a todos los que me dijeron que estudiara, que me esforzara, a los que me vendían que tendríamos un futuro si cumplíamos.
Les odio a todos ellos que no cumplieron su parte.

Vosotros dais propuestas. Dejadme que yo os de realidad.
A ver cuál vale más, señores.

Empapada

Que llueva.
Que granice.
Que empape todo. Y a todos.

Que te caigan chuzos de punta.
Que te caigas tú.
Que no sepas cómo ni cuando levantar.
Que te pese ligera la humedad pesada.

Que sientas. Bueno, malo.
Que sientas.

Que la vida te traspase.
Y transforme a tu alrededor.
Que el amor te eleve.
Que el miedo te eche el pulso.
Y te venza.
Pero tú ganes.

Que llueva hoy.
Con fuerza.
Y lo celebres.

Que quieras.
Que sepas cómo querer.
Y no.

Que no prendas.
Que a-prendas a des-prenderte.

Que dejes de ser y pases a estar.
En lo que piensas y en lo que haces.
Porque no eres,
ni bueno ni malo,
ni mucho ni poco,
te transformas,
mutas,
y la de ayer ya pasó.
Así que no te juzgues.

No pares. No dudes eternamente.
No apagues. No calles.
No prohíbas. No mientas.
No te engañes.
No te quedes.
 

Respira, toca, actúa.
Lucha, defiende, disfruta.
Come, haz el amor y el desamor también.
Descubre, libera, afronta.
Deshazte. Explosiona.
Vete.

O ven.

Pero vuelve.
Siempre vuelve,
que yo te espero.