martes, 3 de julio de 2012

¿Por qué caminar si puedes volar?

"...el secreto de la felicidad es simple, tal como el amor y la dicha son simples. Todas estas cosas vienen de la inocencia, que es la capacidad de estar completamente presente... Los niños son un ejemplo perfecto de la inocencia: no son complejos, pues no están planeando el futuro ni arrepintiéndose del pasado, ellos sólo son. ¿Recuerdas cuando eras niño? Eras feliz sin ninguna razón. Vivías perfectamente el momento. Encontrabas magia en todo. La vida era una dicha. No te juzgabas. Pensabas que eras perfecto exactamente como eras. Si estabas feliz, te reías. Si estabas triste, llorabas. Y si estabas enfadado, pataleabas y luego estabas feliz otra vez...quiero que abraces esa simplicidad y espontaneidad, y sueltes los cuestionamientos, el control y las opiniones del intelecto."

Y esta va sobre el miedo:

       "Había una vez un rey que recibió como regalo dos magníficos halcones provenientes de Arabia. Eran halcones peregrinos, las aves más hermosas que se hayan visto jamás. El rey entregó las preciosas aves al maestro de cetrería para que las entrenara.
       Pasaron los meses y un día el maestro de cetrería le informó al rey que uno de los halcones estaba volando majestuosamente, planeando alto en los cielos, pero el otro halcón no se había movido de su rama desde el día en que llegó.
       El rey convocó a curanderos y hechiceros de todas las tierras para atender al halcón, pero ninguno pudo hacer que el ave volara. Luego le presentó la tarea a los miembros de su corte, sin embargo, al día siguiente, el rey vio a través de la ventana del palacio que el ave aún no se movía de su percha. Habiéndolo intentando todo, el rey pensó: "Tal vez necesito a alguien que esté familiarizado con la vida del campo para que entienda la naturaleza de este problema". Entonces le gritó a su corte:
       - ¡ Vayan a buscar a un granjero!
       A la mañana siguiente el rey se emocionó al ver al halcón volando muy alto sobre los jardines del palacio y le dijo a su corte:
       - Tráiganme al hacedor de este milagro.
       La corte rápidamente localizó al granjero, quien vino ante el rey. Éste le preguntó:
       - ¿Cómo hiciste para que el halcón volara?
       Con reverencia, el granjero le dijo al rey:

       - Fue fácil, su majestad. Simplemente corté la rama."








Del libro
"¿Por qué caminar si puedes volar?"
Autora: Isha.

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