viernes, 24 de abril de 2015

Premio al jugador

Te propongo un plan. Pregunta a quien te rodea qué opina de ti, pero qué opina de verdad ¿sabes? Con lo dulce y lo salao.
Y tú baja defensas. Exponte a lo que te digan. Tómatelo como un juego en el que tú eres la gallineta ciega y el otro quien te quita el pañuelo.
Muchas veces no queremos oír lo que el otro opina de nosotros porque ponemos la coraza por delante, como si vinieran a atacarnos y no a mejorarnos, que es como realmente funciona este juego.
Son opiniones, no destructores acorazados.
 
Yo ayer me lancé. 
"Lole, tú eres mejor en las segundas impresiones. Y eres muy terca, muy muy terca, entras a matar aunque no tengas razón, y a veces hasta hablas al pedo."
He ahí mi aprendizaje.
Pero no me bastó. Fui a por otra.
"Pues eres una gran amiga pero muy dejada, pasas a veces muchos días sin llamar ni preocuparte. Y yo sé que piensas en mí, porque luego me preguntas cosas que alucino que recuerdes, pero no tienes constancia, y en la vida no hay solo que querer sino también un poquitín demostrarlo."
Por hoy ya me bastó, pensé.
Me miré y efectivamente seguía teniendo mi cuerpo intacto, ninguna flecha me había atravesado ni me faltaban piernas o brazos.
Al final, cuando ya me rendía al sueño, me dije: qué guapo sería si todos nos dijésemos lo bueno y lo malo. Pero qué difícil.
Para eso tiene que haber valor del que lo dice y orejas del que lo escucha.
Y no creer que las palabras tienen punta, que nos convertirán mágicamente en una mierda de persona si las opiniones son "negativas", o que el otro será un gilipollas si no nos dice lo geniales que somos.
Por ahí viene luego que Pepito, mi gran amigo Pepito que me ha hecho el bien años y años, ayer me hizo algo que me disgustó y hoy Pepito ya es historia.
A flipar un rato.
¿No será mejor decirnos a las claras las cosas, y dejar las espaldas para echarlas protector solar en verano?
 
Te propongo un plan.
Inténtalo. 
Dile a la gente que quieres cómo los ves.
Deja que ellos te den el reflejo en tu espejo.
Y verás cómo, sin darte cuenta, habrás atravesado la barrera del miedo a ser como eres y cogerás rumbo a lo que puedes mejorar de ti.
Si es que así lo deseas.
Pero sino, al menos habrás conseguido algo más importante.
Aceptarte y aceptar al otro.
Y ver que realmente las personas y los comentarios no son tan malos o dañinos a menos que tú quieras verlos como tal.


4 comentarios:

  1. Razón tiene ese alguien que dice que eres una dejada pero sin embargo piensas en ese alguien y a tu manera lo demuestras.
    Yo me juzgo a mi y me juzgo igual.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias anónimo, lo trabajo cada día aunque a veces me tome vacaciones ;)

      Eliminar