martes, 11 de noviembre de 2014

Últimamente así es

Últimamente prefiero la noche.
Sentarme a escuchar grillos nocturnos, el aullido de lobos lejanos
o a cualquier criatura huidiza como yo.
Me he vuelto pragmática.
He tachado la palabra corazón del diccionario, y tomo sólo infusiones con poco alcohol.
He sentido que la vida pasa pronto,
que el amor cambia y, a veces, hasta muere antes que nosotros.
Así que me cuestiono un poco menos
y me equivoco un poco más, a ver si de por esas la vida me sigue empapando.

Me he enfundado playeras, y he dejado el tacón para el día.

Me siento frente a la luna, a la montaña y a mis demonios.
Mis quinientas noches de Sabina.
Me doy cuenta de que los cambios asustan, en el fondo los tememos, como a lo desconocido,
esa última amarra a soltar,
a sabiendas de que quizá es lo que nos arreglaría el camino,
salir de esta senda y entrar en otra, más desconocida pero con más esperanza.
Últimamente no regalo besos,
pero quiero abrazar mucho.
No cuestiono al otro pero busco mi soledad más que nunca.
Me cuesta tolerar la indiferencia.
Tengo que pararme a respirar profundo cuando los golpes llegan,
para recuperar el sentido de lo que soy, de quien soy.

Últimamente me siento en las escaleras,
y contemplo el silencio de la noche,
 la calma que habita en la oscuridad, entre ruidos indescifrables.
Será porque busco fuera lo que no hay dentro,
será porque el día da demasiado protagonismo,
 marca el tempo a seguir y te hace correr,
correr aunque no quieras, aunque quieras detenerte y tomarte tiempo.
Hay épocas de caída,
pero no importa caer, sino darte la oportunidad de volver a levantarte,
y ser más fuerte,
y volver a ser, más.
Pero ese momento solo cada uno en nuestra vida
decidimos cuando es.
Cuando pasa el dolor,
o las dudas,
o la felicidad que se fue.

Últimamente me escondo del día cuando llega la noche.

2 comentarios:

  1. Qué grande eres. Necesitas abrazos? Pues siente éste muy fuerte porque el mío está lleno de cariño para ti. MUAKK!!

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