viernes, 8 de marzo de 2013

Mujer

Se oye mucho de lo que es ser mujer en este país. Y más hoy que parece ser el día.
Mujer española.
Anatómica, social o emocionalmente. Difícil delimitar.
Como poner puertas al monte, decía Serrat.

Yo hoy estoy cansada. Y pongo -a porque cuando nací alguien le dijo a mis padres que era -a. Después conocí a -o, y poco a poco en la vida fui descubriendo las diferencias. Nadie me las impuso. Si la sociedad en algún momento me quiso condicionar, no lo recuerdo.
Si alguien quiso que me sintiera menos que un hombre, no lo logró.

No me importan las diferencias de genero. No me interesan esas discrepancias lingüistícas que existen. Yo aprendí el castellano, con su masculino, femenino y neutro, el gran olvidado.

Disfruto de mi cuerpo. Diferente del suyo. Viajo hacia el otro. Y viajo hacia mí misma sin susto, sin grandes actos de revolución, como algo natural.

Entiendo la importancia de la independencia. En este sistema que vivimos, es importante la monetaria. Pero hay otras. Ser una misma, abrazarse cada mañana. Desarrollarse en lo que nos plazca.

No comparto el feminismo, ni el machismo, pero apoyo el personismo a mil.
No entro en luchas de igualdades, yo a veces soy superior y a veces inferior, pero siempre yo.
Así que no tengo ninguna batalla pendiente.

Ser mujer en España pasa por recibir, pero también por dar.
Dar recibiendo.
Por pedir, pero por aportar también. 
Aportar pidiendo.

Por saber decir No, y que sea No.

Por decir hasta aquí. No me pegas más. Me quiero.

Pasa por no esperar ventajas por el hecho de ser mujer, pero por exigir lo que toca independientemente de que se sea.

Felicidades mujeres, madres, abuelas, trabajadoras, soñadoras, luchadoras, y pioneras.
Las que estáis, las que se fueron, y las que nos abrieron el camino con sus pequeños grandes actos.

1 comentario: