Mi nombre es Lorena. Y soy tu tía. La hermana de papá.
Todos estamos esperándote ya. Mañana llegarás. Y esta noche es una de esas extrañas noches de calor infernal en Cantabria. Mamá y papá te llevan esperando días. Están cansados, pero se nota que ya te aman.
Y yo también. Por lo que significas. Por lo que deseo que vivas, que aprendas. Que sonrías. Eso que ojalá tengas presente por siempre. La vida vendrá dura, pero también tierna. Y al final es sabia y dirigirá tus pasos. Pero tú lucha por lo que creas y rebélate contra lo que no te guste.
Y recuerda siempre siempre que estamos aquí, todos, para agarrar tu mano si toca levantarse. Para apoyarte si lo que toca es sufrir. Para que lo compartas si sientes felicidad. Y para que no te sientas sola si es dolor lo que tienes...
Siempre estaremos contigo y para ti. Incondicionalmente... En la vida también descubrirás el valor de esa palabra, la magia que guarda.
Y yo, como tu tía, te nombro ya la niña de mi corazón, y te prometo que te enseñaré lo bonito de volar alto, para que luego tú descubras las sensaciones y elijas tu propio vuelo.
Tendrás el privilegio pero también la responsabilidad de decidir lo que será tu vida. Que no has de olvidar tus raíces mientras te crecen las alas. Y que la vida es demasiado corta, así que no permitas que nadie te convenza de que el "Para Siempre" no existe. Cree en el amor, en todas sus expresiones, y lucha porque sea él quien determine tus pasos.

(Noche del 09 de Septiembre de 2011)
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